El hombre lobo, también conocido como licántropo, es una criatura legendaria presente en muchas culturas independientes a lo largo del mundo. Se ha dicho que este es el más universal de todos los mitos (probablemente junto con el del vampiro), y aún hoy, mucha gente cree en la existencia de los hombres lobo o de otras clases de "hombres bestia".
En el folclore y la mitología, un hombre lobo es una persona que se transforma en lobo, ya sea a propósito o involuntariamente, a causa de una maldición o de otro agente exterior. El cronista medieval Gervase de Tilbury asoció la transformación con la aparición de la luna llena, pero este concepto fue raramente asociado con el hombre lobo hasta que la idea fue tomada por los escritores de ficción moderna. La mayoría de las referencias modernas están de acuerdo en que un hombre lobo puede ser asesinado si se le dispara una bala de plata, aunque esto es producto de la narrativa moderna y no aparece en las leyendas tradicionales. Como dato adicional, en el folclore se cree también que ha existido una fuerte rivalidad entre vampiros y hombres lobo, debido a que pertenecen a una misma raza de criaturas. Los licántropos, al haber renunciado a los poderes vampiricos una familia de inmenso clan para obtener un forma física superior, se ganaron el rencor de sus parientes.
Nadie sabe con exactitud cuándo se originaron las leyendas sobre hombres lobo. Puede que se trate de una superstición tan antigua como la humanidad misma, originada como explicación de diversas patologías. Así parecen indicarlo algunos casos datados, como, en España, el de Manuel Blanco Romasanta.
Licantropía es la habilidad o poder que tiene un ser humano para transformarse en lobo o en licántropo. En el folclore, licantropía es la capacidad o el poder de un humano de experimentar la transformación en lobo. El término licantropía viene del griego antiguo lykánthropos (λυκάνθρωπος): λύκος, lýkos ("Lobo") + άνθρωπος, ánthrōpos ("Hombre"). La palabra también se puede utilizar para referirse al acto de transformar a otro humano en lobo.
La etimología del folclore también conecta la palabra a Licaón, un rey de Arcadia quien, de acuerdo al poema Metamorfosis de Ovidio, fue convertido en un lobo rabioso como retribución por intentar servir carne humana, la de su propio hijo, en la visita a Zeus en un intento por refutar y/o desaprobar la divinidad del dios.